Dicen que los olores que percibimos en nuestra infancia no nos abandonan nunca. Y el sevillano Juan Chiclana creció con el de las películas de 35 mm. Fue su abuelo, en 1916, el primero que comenzó a trabajar en el cine para la distribuidora francesa Gaumont. Después de la Guerra civil, durante muchos años fue distribuidor local en Andalucía de las majors americanas. La familia vivía en el piso de arriba y la planta de abajo servía de almacén. Cada vez que llegaba una nueva película el fundador de la dinastía decía ”otro lío” aunque disfrutaba como un enano con esos “líos”. Hasta que los estudios de Hollywood se instalaron en España con oficina propia y ya fueron el padre y el tío de Juan Chiclana quienes comenzaron a lanzar producciones americanas independientes desde finales de los 70 en Union Films. Una actividad que les deparó grandes alegrías como el éxito de Los chicos del maíz o Class en los 80.
En 1982, abrieron su primer cine, el Cristina de Sevilla. Fue un turning point para Chiclana Films ya que fueron encaminando sus pasos hacia la exhibición. Porque en estos 40 años, se han convertido en una de las empresas más importantes con 11 cines en toda España, seis de ellos en Andalucía, en Granada, Córdoba, Sevilla, Cádiz, Jaén y Huelva. Y los otros cinco están en Mallorca, Toledo, Las Palmas, Zaragoza y Segovia. Los últimos en inaugurarse, los de Cádiz, que abrieron a finales del pasado octubre en el centro comercial Bahía Mar de Puerto de Santa María en Cádiz donde se ha realizado el reportaje fotográfico que acompaña a esta entrevista. Lucen flamantes tras una intensa remodelación que ha llevado el multiplex al formato premium, son 13 salas con butacas reclinables, proyectores láser 4k, sonido envolvente Atmos además de una coqueta decoración.
Actualmente, Artesiete cuenta con 11 complejos por toda España. ¿De qué manera y con qué criterios han ido acometiendo su expansión y cuándo creen que se completará?
Tenemos en cuenta la plaza, los habitantes, la ubicación del complejo, casi siempre en centros comerciales… También es importante las condiciones del promotor, intervienen muchos factores. Tenemos varios proyectos ahora en la mesa, los estamos barajando, hacemos un estudio y luego vemos. Es muy difícil saber si al final seremos nosotros u otra marca, y si ni sale… Nos hemos dedicado toda la vida a valorar y lanzar nuevos proyectos.
Confiamos totalmente en el potencial del cine porque es una experiencia que nunca se podrá repetir en casa. Las experiencias compartidas del cine son más enriquecedoras, más intensas, porque el que se ríe te contagia la risa y el que asusta te pasa el miedo. Nuestra mayor competencia es la plataforma pero lo que nosotros ofrecemos nunca se podrá vivir en casa. Por eso seguimos apostando por el cine y lo seguiremos haciendo.

Imagen del bar de Artesiete Premium La Torre Outlet Zaragoza.
Acabáis de abrir el nuevo Artesiete Bahía del Mar en Puerto de Santa María. ¿Cuáles son las características de este cine bajo vuestra marca?
Cuando empecé con mi padre, en 1982, la contabilidad se llevaba a mano y ahora se vuelca todo automáticamente. Los cambios son enormes y nos tenemos que ir adaptando. El público cada vez exige más y tenemos que modernizarnos de manera constante. Después de la pandemia por ejemplo ha habido un cambio de hábitos, en 2019, vendíamos el 15% de las entradas por internet y ahora estamos en el 60%, tenemos que asegurarnos que ese canal funciona a la perfección.
Es muy importante contar con las últimas tecnologías: proyectores láser, sonido envolvente, pantallas luminosas… Estoy sorprendido con las pantallas de nuestro nuevo cine en Cádiz, son algo extraordinario. Tenemos butacas que se reclinan con el respaldo y se pueden estirar las piernas. También estamos evolucionando en el bar que ya no son solo las típicas chocolatinas, palomitas, y Coca-cola. Ahora tenemos una cafetería y vendemos perritos calientes.
Hablemos de números. ¿Están satisfechos con los logros de Artesiete este 2024?
Hasta este año hemos ido in crescendo pero el 2024 está siendo peor que el 23, un año en el que parecía que íbamos cogiendo cierta asistencia de espectadores. Estaba esa tendencia positiva y ahora lo más probable es que acabemos estando por debajo. El principal motivo, sin duda, ha sido la falta de películas por la huelga de guionistas y actores, hemos pagado un peaje. En 2023, Barbie fue una sorpresa para toda la industria batiendo todos los récords de taquilla y nos levantó los cines. Este 2024 no ha habido tanto material atractivo pero estoy seguro de que el 25 será muy bueno. Ya lo estamos viendo desde el verano cómo vamos mucho mejor pero salvo un milagro con alguno de los grandes estrenos por llegar hasta final de año yo creo que acabaremos ligeramente por debajo.

Vestíbulo de Artesiete Premium La Torre Outlet Zaragoza con un mural homenaje al cine
En 2000 fundan Artesiete junto a Antonio Banderas. ¿Cuál era la motivación principal del proyecto y cómo ha ido evolucionando a lo largo de los años? ¿Cuál es el papel de Banderas en el grupo?
Iniciamos la colaboración con unos cines que pertenecen a Antonio Banderas y su hermano Javier. A partir de aquí creamos una sociedad con ellos y nace Artesiete. Son gente entrañable, sencilla, luchadora y trabajadora. Su papel es discreto, yo soy el consejero delegado y tratamos con ellos a través de su abogado. Después, vienen a las inauguraciones de los cines cuando pueden porque tienen la agenda muy ocupada. La relación es muy buena, son una gente estupenda con la que resulta muy gratificante trabajar.
Todos los años surgen nuevas tecnologías de audio y vídeo para cines. ¿Cuál cree que son las tecnologías más innovadoras que se pueden implementar de manera potencial en los cines del mañana?
Nos vamos adaptando porque el público cada vez es más exigente. Una vez el público ha probado un cine que es una maravilla ya no quiere uno más incomodo. De todos modos, lo más importante siempre va a ser el contenido. La audiencia viene al cine buscando la película, no el local Una sala mal equipada con una buena película se llena, bien equipada con una mala película, no se llena. La película es lo más importante.
Como exhibidora, el cine es el elemento diferenciador porque todos los cines ponemos el título. El elemento diferenciador es el local pero lo que hace que la gente vaya al cine, lo que te saca de tu casa, insisto, es la película y vivirla con esa experiencia social. Luego como exhibidor haces tus cosas para que el espectador salga más contento. Cuando se estrenó La monja, por ejemplo, contratamos a un actor para que saliera en las proyecciones disfrazado de monja y asustara al público. Cada empresario hace lo que puede por diferenciarse de la competencia.
¿Qué pasos habéis dado en sostenibilidad y cuáles son vuestros objetivos en este sentido?
Nosotros lo cuidamos, pero también dependemos del centro comercial. El suministro eléctrico es un elemento importante porque hemos pasado a pagar más del doble de factura que hace unos años y buscamos la mayor eficiencia energética. La domótica nos ayuda a ahorrar una barbaridad y el proyector láser también consume menos. Además el alumbrado es LED, que gasta menos. Nos vamos adaptando a lo que va saliendo procurando siempre aprovecharnos de lo que ofrece el mercado. Algunas comunidades te exigen placas solares, y si ha habido ayuda la hemos tenido pero si no lo hemos pagado nosotros. Apostamos por la sostenibilidad, pero la eficiencia energética es también por nuestro propio interés.
¿Cuál es la importancia de los programas de fidelidad y cómo los implementáis?
Tenemos nuestros programas de fidelización y te puedes fidelizar por web o en taquilla. Ahora mismo ya es una tarjeta virtual por la que vas adquiriendo puntos conforme vengas a nuestros cines que permite descuentos de los productos de bar o en las entradas. Cada vez que vienes al cine acumulas nuevos puntos. Tenemos de todo, los clientes que lo usan mucho y a los primeros cinco puntos ya los están gastando y los que se la sacan y no la utilizan nunca. Lo más complejo es actualizar las bases de datos porque si el fidelizado se equivoca en algún dato, eso nos acarrea bastantes problemas. Es crucial tener la base de datos actualizada y con datos correctos porque no es tan fácil.
¿Cómo gestionáis la programación de cine europeo y español y cuál es su importancia en el contexto general?
Somos exhibidores y damos lo que el público pide. Nos debemos al público y si quiere una película asiática yo se la pongo. Ahora mismo estamos teniendo repercusión con los eventos especiales. No tratamos a las películas de manera distinta porque sea americana, europea o española. Echo de menos más diversidad en general en el calendario de estrenos, abrir el target. Yo tengo cines con varias salas y lo que me interesa es que cuando alguien quiere ir al cine pueda escoger entre una de terror, otra romántica, una para niños… Hollywood tiene sus baches como cualquier industria. Es como tener dos coches, si se te avería un, te queda otro. No tenemos una industria propia que tenga tanto tirón como en Francia, aunque lo que hace Francia con su cine no lo hace nadie más que ellos y ya nos gustaría. Con el cine español lo mismo, echo de menos más diversidad, llevamos muchos años de comedias y necesitamos que haya más películas de terror, más thrillers…

El elegante vestíbulo de los recíen inaugurados Artesiete Bahía del Mar en Puerto de Santa María (Cádiz) en formato premium
Aparte de los tráilers, ¿qué iniciativas cree que pueden tomar los cines para promocionar las películas?
Desarrollamos muchas iniciativas como sesiones especiales, para niños, para la tercera edad… o programas de fidelización y organizamos preestrenos. También nos gusta hacer figuración dentro del cine como el caso de La monja. Cuando se estrena un Spider-Man contratamos a personas para que se disfracen por la sala y si hubiera uno que se sube por las paredes, lo ficharía. Vendemos ilusión, no vendemos otra cosa.
¿Cuáles son vuestras expectativas para 2025?
Cuidar mucho mis cines, siempre he disfrutado mucho cuidando los locales. Pero aquí el contenido es lo que vale. No hay más. Ojalá que vengan buenas películas. Estas son mis expectativas.
Si pudiera cambiar algo de la industria del cine con un chasquido de dedos, ¿qué sería?
Tengo 64 y empecé a los 22 años. Son casi 45 años en este negocio y ahora está mi hijo Juan en la empresa. Me pongo a pensar y hay una sola cosa que me inquieta- porque dependemos de las películas, de que los cines se llenen. Las ventanas de protección al cine son lo que cambiaría con ese chasquido de dedos. Eso lo primero.
© REPRODUCCIÓN CONFIDENCIAL