El segundo semestre del año se perfila como rico y sorprendentemente heterogéneo en cuanto a la oferta cinematográfica. Una programación que abarca los diferentes géneros con equilibrio y dinamismo, capaz de captar los gustos de un público cada vez más diverso: desde los grandes blockbusters estadounidenses hasta el cine de autor, pasando por la animación, el terror, el cine histórico y – con creciente protagonismo – la producción española. Precisamente de esta última provienen algunos de los títulos más esperados. Empezando por la esperadísima Padre no hay más que uno 5, nuestro cine verá llegar a la gran pantalla varios títulos como Todos los lados de la cama, Los futbolísimos y el misterio del tesoro pirata, Los Muértimer, Sin cobertura, Aída y vuelta y La buena suerte. Una oferta amplia que da testimonio de la vitalidad creativa y comercial de nuestro cine. Y como se destaca en nuestro artículo Los éxitos de 2025 (en la página 18), nos esperan muchas otras películas internacionales de gran atractivo. Mientras aguardamos el evento del año, Avatar: Fuego y ceniza, se abren paso potenciales dominadores de la taquilla como Jurassic World: El renacer, Superman, Zootrópolis 2, Tron: Ares y Pitufos.
Junto a estos, no falta el cine de calidad, que podrá contar con obras de autor de fuerte impacto como Una batalla tras otra, Nuremberg, Ciudad sin sueño, Romería y El cautivo.
Por lo tanto, existen todas las condiciones para una temporada sólida, pero el resultado final nunca está garantizado. Por eso es esencial que distribución y exhibición colaboren de manera sinérgica para dar vida a estrategias unitarias y coordinadas, capaces de valorizar la oferta cinematográfica y apoyar de manera concreta el regreso del público a las salas.
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