Reflexiones en voz alta

Este inicio de año no ha sido como muchos hubieran esperado. Enero y febrero no dieron los resultados previstos, aunque marzo registró un salto adelante que mejoró el rendimiento general del mercado. En los primeros tres meses del año (véase también el análisis en la página 52), en efecto, el cine en España cerró con un aumento del 2,8% en taquilla y un 1% en asistencia en comparación con 2023, manteniendo aún una distancia considerable respecto a 2019 (-22% en taquilla y -31% en asistencia). Esta disminución también se puede atribuir a las huelgas de actores y guionistas del año pasado, que, como predijeron ampliamente los diversos estudios, llevaron al aplazamiento de varios posibles éxitos de taquilla de Hollywood. Grandes títulos que, en cambio, se estrenarán en la segunda mitad del año, lo que parece ser un trampolín importante para un increíble 2025 (al menos sobre el papel). Pero, en comparación con algunos territorios vecinos, en España el cine de calidad no ha brillado en estos primeros meses, registrando resultados inferiores (en algunos casos notablemente inferiores) en comparación con países como Francia, Alemania, Reino Unido, Italia y Países Bajos (obviamente con diferencias más o menos marcadas según la película en cuestión), especialmente en títulos como La zona de interés, Perfect Days, Vidas pasadas, El chico y la garza, Pobres criaturas (que, sin embargo, se defendió con más de 4,8 millones de euros) y Bob Marley – One Love. Sin embargo, ha habido un cambio de tendencia entre marzo y principios de abril, cuando nuestro mercado mostró signos importantes de recuperación con el desempeño de Dune: Parte Dos, Godzilla y Kong: El nuevo imperio, Kung Fu Panda 4, y Cazafantasmas: Imperio helado. En resumen, algo está cambiando y ciertamente es una señal positiva. Pero cuestionarse cuáles son las razones de esta lenta recuperación es algo que se espera de un mercado maduro. Además, estamos atravesando una fase delicada, donde en ausencia de grandes éxitos de taquilla, es necesario trabajar con mucho cuidado en todos los títulos medianos, porque como se ha demostrado en el extranjero, son precisamente esos los que pueden marcar la diferencia en el balance general del mercado cinematográfico.

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