Previsiones optimistas, esperanzas en la ley y nuevos desafíos para la exhibición

Durante el Festival de Cine de San Sebastián se percibió una gran vitalidad y dinamismo cultural.  Se presentaron numerosos proyectos cinematográficos  que pronto verán la luz en la gran pantalla  y no faltaron interesantes momentos de debate.

Un panorama que arroja una nueva luz sobre el futuro: si bien el primer semestre dejó un sabor  algo amargo en términos de taquilla, los ópxrimos  meses parecen tener el potencial para cerrar 2024  con cifras cercanas a las del año pasado. Pero, para que esto pueda ocurrir, es esencial que toda la industria crea en esta posibilidad. A partir de la exhibición cinematográfica, que está llamada a una nueva conciencia para orientar sus estrategias  de programación y comunicación.

En este sentido, sigue siendo fundamental la capacidad de desarrollar  operaciones de geomarketing que sepan perfilar  al espectador, captando sus hábitos de consumo  y adaptando las propuestas a cada segmento  de cliente.  Además, esperamos que los legisladores no impongan más a los exhibidores una cuota de programación de películas españolas y europeas, si no que fomenten su programación a través de una contribución financiera que recompense este esfuerzo tras tantos años.

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