Urtasun pide a la Comisión Europea revisar el Código de Buenas Prácticas de la IA para proteger los derechos de autor

En la misiva, Urtasun expresa su preocupación por el enfoque actual del documento, que, en su opinión, no se alinea con la legislación europea en materia de propiedad intelectual ni con la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea.

El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha solicitado a la Comisión Europea una revisión del borrador del Código de Buenas Prácticas de la Inteligencia Artificial de Propósito General, con el objetivo de reforzar la protección de los derechos de autor de creadores y creadoras en el ámbito digital. Esta petición se ha formalizado a través de una carta dirigida a Henna Virkkunen, vicepresidenta ejecutiva de la Comisión para la Soberanía Tecnológica, la Seguridad y la Democracia, y a Glenn Micallef, comisario de Equidad Intergeneracional, Juventud, Cultura y Deportes.

En la misiva, Urtasun expresa su preocupación por el enfoque actual del documento, que, en su opinión, no se alinea con la legislación europea en materia de propiedad intelectual ni con la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, concretamente con el artículo 17, que reconoce y protege el derecho a la propiedad intelectual como un derecho fundamental.

El ministro considera que, en su tercera versión, el borrador del Código plantea que las obligaciones de los proveedores de sistemas de IA se limiten a realizar «esfuerzos razonables», lo que en la práctica dejaría a discreción de cada proveedor el cumplimiento de normas esenciales en materia de transparencia y respeto a los derechos de autor. “Cumplir con los requisitos se convertiría en algo voluntario, socavando el respeto a la ley de propiedad intelectual”, denuncia Urtasun.

El Código de Buenas Prácticas forma parte del proceso de implementación de la pionera Ley de Inteligencia Artificial de la Unión Europea, aprobada el 1 de agosto de 2024, y busca regular específicamente a los modelos de IA de propósito general, como los que se emplean en aplicaciones generativas. Sin embargo, este tercer borrador ha generado un amplio rechazo por parte del sector cultural europeo, debido a la escasa exigencia de transparencia respecto al uso de obras protegidas en los procesos de entrenamiento de IA, así como a la ambigüedad en las responsabilidades de los proveedores tecnológicos.

En marzo, una coalición europea de artistas, autores y titulares de derechos ya expresó su malestar en un comunicado conjunto, advirtiendo de que el Código, tal como está planteado, podría socavar los objetivos de la Ley de IA, generar inseguridad jurídica y diluir las obligaciones vinculantes de los desarrolladores de IA.

Urtasun, alineado con estas preocupaciones, subraya en su carta: “No podemos más que unirnos a las muchas voces de los sectores económicos, culturales y creativos que están pidiendo una revisión urgente del Código”.

En paralelo, el ministro ha intensificado en las últimas semanas sus encuentros con representantes del sector cultural español, con el fin de analizar los desafíos específicos que plantea la IA generativa y consensuar medidas de protección para los profesionales de la creación. La preocupación institucional sobre este asunto también tendrá una dimensión internacional: la IA será uno de los temas centrales en Mondiacult 2025, la Conferencia Mundial de la UNESCO sobre Políticas Culturales y Desarrollo Sostenible, que se celebrará el próximo septiembre en Barcelona, y cuyos trabajos preparatorios ya están en marcha.

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