Rocío Juanes de Toledo (ICAA), Ángel Manzano (FAGA), Virginia Yagüe (DAMA), Concepción Cascajosa (Universidad Carlos III), Antonio Hens (Fundación SGAE) y Carlos Muriana (ALMA). © ALMAEl Sindicato de Guionistas ALMA, DAMA (entidad gestión de Derechos de Medios Audiovisuales), el Foro de Asociaciones de Guionistas Audiovisuales (FAGA) y Fundación SGAE han presentado el estudio ‘La profesión de guionista en España’, elaborado por el Instituto Universitario del Cine Español de la Universidad Carlos III de Madrid bajo la dirección de la profesora y ex presdidenta de RTVE Concepción Cascajosa.
En total, más de 500 guionistas participaron en la encuesta en la que se basa el estudio, a la que complementaron 40 entrevistas en profundidas con profesionales en activo. El propósito principal del mismo es brindar un análisis acerca de la situación socio laboral de la profesión de guionista de cine, series, programas y documentales en España. Para ello, el estudio se centra en aspectos como las características demográficas del sector, su formación y experiencia, el acceso a la profesión, las condiciones de carrera y los principales obstáculos y conflictos con los que se encuentran en el desempeño de su trabajo.
En términos de retribución, el estudio refleja que seis de cada diez guionistas solo ingresan un máximo de 30.000 € anuales y únicamente el 18% supera los 60.000 €. Así, comparando estas conclusiones con otras de estudios anteriores, queda demostrado que los guionistas en España no han visto mejorada su situación en comparación con el salario medio.
Además, por primera vez el estudio ha medido la fluctuación irregular de los ingresos en la profesión de guionista, detectando que, entre 2019 y 2023, un 82% experimentaron variaciones significativas entre los diferentes años, sufriendo penalizaciones fiscales por ello. Esta irregularidad en los ingresos obliga al colectivo a compatibilizar sus trabajaos como guionistas con otro tipo de actividades. Así, más de la mitad (56%) realiza otras actividades profesionales dentro y fuera del sector audiovisual. Es por ello que se considera urgente la entrada en vigor de las medidas del Estatuto del Artista que garanticen que la fiscalidad se ajuste a su ritmo irregular de ingresos.
Otro aspecto en el que se detiene el estudio es en la acusada brecha de género todavía presente en el colectivo de guionistas: un 67,1% lo forman hombres frente a un 32,1% de mujeres. El único ámbito de trabajo que se acerca a la paridad es la de las series, con un 41%. Además, el estudio refleja que el 40% de las mujeres guionistas han sufrido situaciones de acoso, tanto por razón de sexo como laboral, un porcentaje mucho más significativo que los hombres. También queda patente el claro desequilibrio territorial de la profesión, puesto que un 54,7% de los guionistas residen en Madrid y un 19% en Barcelona.
Por otro lado, el estudio ofrece información sobre las principales preocupaciones de los y las profesionales del guion. Entre sus principales reivindicaciones, destaca la visibilización de su trabajo y de su labor, pues solo un tercio se consideran bien reconocidos por sus empleadores. Este desdén se traduce en situaciones como no figurar en el material promocional o no ser invitados a ruedas de prensa, festivales o ceremonias de entrega de premios.
Finalmente, el estudio analiza también la percepción que tienen los guionistas de las plataformas de video bajo demanda, que en los últimos años han supuesto una disrupción industrial y profesional el sector. En líneas generales, las plataformas son percibidas como las responsables del menor atractivo de las salas de cine y de pérdida de derechos, sobre todo por su falta de transparencia en lo que se refiere a datos de visionado.
No obstante, los guionistas valoran de forma positiva los servicios de vídeo bajo demanda al ser responsables de haber contribuido a aumentar el empleo y la calidad de la producción española. Asimismo, el colectivo está a favor de regular el uso de IA Generativa en la línea de sus homólogos en Estados Unidos, subrayando la importancia de garantizar que el avance tecnológico no afecte negativamente a trabajos creativos como el del guión.
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