El cine español está de celebración ya que Pedro Almodóvar, nuestro cineasta más reputado a nivel internacional, se ha hecho con el León de Oro de la 81ª edición del Festival de Cine de Venecia, el más antiguo del mundo y el más prestigioso junto al Festival de Cannes.
Para medir la magnitud de este hito, tenemos que remontarnos a 1967 para ver al último director español en recoger el principal galardón que entrega la Mostra de Venecia. Lo hizo Luis Buñuel con Bella de día, aunque en este caso se trató de una cinta producida en Francia. Con La habitación de al lado, la primera película de Almodóvar rodada en inglés, una producción española se ha alzado por primera vez en la historia con el León de Oro de Venecia. Además, sirve impulsar a la película de cara a la carrera por los Oscar, y Almodóvar es muy querido en Hollywood, por lo que hay que tener a su última película muy presente de aquí en adelante.
El premio marca también otro punto de inflexión en la carrera cinematográfica del director manchego ya que, aunque parezca sorprendente, todavía no se había hecho con el premio principal de ninguno de los principales festivales de cine. Almodóvar ha ganado dos Premios Oscar, cinco Premios BAFTA, cuatro Premios César, dos Globos de Oro, un Premio David de Donatello, diez Premios Goya, y además, ya había levantado importantes premios de certámenes como el de Cannes, como el de Mejor Director por Todo sobre mi madre y al Mejor Guion por Volver, o en Berlín con el Premio Teddy por la Ley del Deseo. Pero en Venecia, donde recibió en 2019 el León de Oro a toda su trayectoria, por fin ha logrado algo que su larga y exitosa carrera detrás de las cámaras lo pedía.
El cineasta recogió muy emocionado el galardón y quiso agradecer en su discurso a las dos actrices que han protagonizado la película, Julianne Moore y Tilda Swinton: «Como director, uno de los privilegios es que somos el primer testigo cuando ocurre un milagro en la pantalla, y tanto Tilda como Julianne han convocado un milagro muchos días de este rodaje, y nunca tendré palabras suficientes de agradecimiento. Este premio es para vosotras».
Durante su intervención, Almodóvar aprovechó también para lanzar un mensaje político ante la audiencia en relación al tema de su nuevo film: «La película no solo habla de la solidaridad sin límites del personaje de Julianne, sino también de la decisión del personaje de Tilda de terminar su vida cuando esta solo le ofrece dolor. Despedirse de este mundo limpia y dignamente es una cuestión humana, no política, y es desde la humanidad desde donde hay que abordarlo. Sé que este derecho atenta contra cualquier religión que tenga a dios como única fuente de vida. Les pediría a los practicantes que respeten y no intervengan en decisiones individuales al respecto. El ser humano debe ser libre para nacer y para morir cuando la vida sea insuficiente», añadía.
© REPRODUCCIÓN CONFIDENCIAL