La productora María Zamora ha recibido, en el marco de la 72ª edición del Festival de San Sebastián, el Premio Nacional de Cinematografía 2024 de manos del Ministro de Cultura, Ernest Urtasun. Zamora, que ya recibió el año pasado la Concha de Oro por ser la productora de O Corno, protagonizó un acto en el que estuvieron presentes diversas autoridades y agentes de la industria, así como las revistas de referencia para los mercados de cine y series, Box Office y Tivù España.
De esta forma, la productora sucede a la directora Carla Simón, ganadora del año pasado. El jurado quiso reconocer el compromiso de Zamora por promover el mejor cine independiente español en el mercado internacional. Y es que ha formado parte de los equipos de producción de las dos cintas de Carla Simón, Verano 1993 y Alcarrás, así como de Creatura de Elena Martín, Libertad de Clara Roquet o La virgen roja de Paula Ortiz, que compite en la sección oficial del certamen de este año.
«Mi mayor logro ha sido rodearme de cineastas brillantes», decía agradecida Zamora nada más recibir el premio, mientras confesaba que su experiencia Erasmus fue lo que le llevó a darse cuenta de que quería dedicarse al cine. Además, aprovechó para pedirle al Ministro de Cultura «una Ley del Cine valiente» que proteja al cine español y contribuya a luchar por una cinematografía más igualitaria: «En igualdad no basta con estar de acuerdo, hay que pasar a la acción», comentaba, mientras hacía hincapié en que «promover la variedad en todos los sectores es una de las medidas para asegurar la seguridad de la mitad de la población».
La productora celebró también las diversas iniciativas que se están llevando a cabo para llevar el cine a las aulas, señalando que el cine y la educación deben ir de la mano, pues «nuestros cineastas también son marca España». Por último, Zamora quiso dedicar también unas palabras a la labor de los productores independientes, pues cree que están en vías de extinción. Además, agradeció a Carla Simón, con quien precisamente acaba de terminar su último proyecto con Romería, por todos estos años trabajando juntas, y por cómo Verano 1993 le abrió a nuevos horizontes, marcando «un punto de inflexión» en su carrera.
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