Coincidiendo con el Día Mundial contra la Falsificación y la Piratería, celebrado el 8 de junio por iniciativa de la OMPI y otros organismos internacionales, La Coalición de Creadores e Industrias de Contenidos ha solicitado a la Comisión Europea una ampliación significativa del alcance de su actual estrategia contra la piratería en línea.
La petición se centra en revisar y reforzar la Recomendación (UE) 2023/1018, adoptada en mayo de 2023, cuyo foco principal fue el bloqueo de emisiones ilegales de eventos en directo, como partidos deportivos y retransmisiones culturales. La Coalición considera que la respuesta europea debe ir más allá y abarcar un concepto más amplio de contenidos sensibles al tiempo, incluyendo, además de los directos, contenidos efímeros como noticias de última hora, estrenos de películas, lanzamientos musicales, libros y series.
Según los últimos datos del Observatorio de Piratería 2023, el volumen de contenidos ilícitos en España ascendió a 5.079 millones, con un valor defraudado de 33.957 millones de euros. El impacto económico fue devastador: 1.992 millones de euros de pérdidas directas para el sector cultural, más de 107.000 empleos menos, y una merma acumulada en los ingresos públicos de 7.144 millones de euros desde 2012.
La directora general de La Coalición, Carlota Navarrete, subrayó que las actuales prácticas piratas afectan gravemente a todo el ecosistema digital: “No hablamos solo de creadores o titulares de derechos, sino de plataformas, operadores, empleo, economía y arcas públicas. La Comisión debe actuar con medidas firmes, pero también ágiles y eficaces.”
Asimismo, la entidad sugiere que la futura evolución normativa tome como referencia el Protocolo de 2021 para el refuerzo de la protección de los derechos de propiedad intelectual, que ha demostrado su eficacia. Solo en España, y según el Ministerio de Cultura, se ha logrado bloquear el acceso a más de 1.277 dominios y 5.934 subdominios, lo que ha evitado la difusión ilegal de millones de contenidos.
La Coalición concluye que la piratería digital ya no es solo una infracción, sino una amenaza estructural a sectores estratégicos como la cultura, el deporte y la información, pilares fundamentales del modelo europeo de desarrollo digital y económico.
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