El cine independiente no suele reinar en las listas semanales de las películas más taquilleras, es algo prácticamente inevitable. Las películas pequeñas no pueden competir contra las superproducciones que están respaldadas por grandes productoras y distribuidoras que cuentan con métodos publicitarios masivos. Aunque, por supuesto, a veces se dan casos atípicos donde cintas de las que no se espera un gran rendimiento, consiguen calar en el público, sobre todo gracias a algo impredecible que va más allá de un buen marketing: el boca a boca.
En el cine español este año ha habido dos casos muy significativos: ‘Te estoy amando locamente‘ de Alejandro Marin y ‘El maestro que prometió el mar‘ de Patricia Font. La primera está producida por Escándalo Films, ESCAC Films, Zeta Studios, La Pepa Films y Canal Sur; la segunda por Minoría Absoluta, Lastor Media, Filmax, Mestres Films, RTVE, Movistar Plus+ y TV3. La distribución de las dos corre a cargo de Filmax. Las recientemente anunciadas nominaciones a los Goya no han hecho más que reforzar ambos fenómenos, habiendo logrado reunir cinco candidaturas cada una.
¿Qué motivos puede haber detrás del éxito en taquilla de dos películas de pequeño-medio presupuesto que no cuentan con cineastas consagrados detrás de las cámaras ni intérpretes particularmente mediáticos? Todo parece indicar que han sido una serie de múltiples factores los que han ayudado a empujar estas cintas hasta competir de tú a tú con los títulos favoritos de la temporada de premios.
El primero de ellos, es haber llegado en el momento adecuado. Algo que tiene mucho de azaroso, ya que es extremadamente complicado adivinar cuándo una película independiente va a poder destacar rodeada de las franquicias y blockbusters que pueblan la cartelera todas las semanas. ‘Te estoy amando locamente‘ aterrizó en los cines el día 6 de julio, en un clima de desconcierto político, tres semanas antes de que se llevaran a cabo las elecciones a la presidencia del gobierno en España. El colectivo LGTBI+ se mostraba especialmente preocupado por el auge de la ultraderecha, tanto a nivel nacional como en el resto de Europa, y por la posible marcha atrás que supondría en sus derechos la ausencia de un gobierno progresista. Esta parece uno de las principales razones por las que este sector fue al cine en masa a ver una película cuya temática no es tan frecuente en el cine español: el activismo LGTBI+ en los años 70, un momento en el que era un delito ser homosexual en España. Esta historia sobre el proceso de aceptación de una madre a su hijo y sobre dignificar las vidas de todos aquellos que lucharon por la libertad sexual, es una baza perfecta para encandilar al público con ternura, ligereza y conciencia sociopolítica. Más allá de ideologías, es una película que, de forma similar a ‘Pride‘ (Matthew Warchus, 2014), consigue hacer de un tema serio y, a menudo, trágico, una triunfante feel-good movie apta para todos los públicos.
En este aspecto, el caso de ‘El maestro que prometió el mar‘ es menos evidente, pero igualmente parece sustentarse en que vivimos unos tiempos de incertidumbre política y también de compromiso con el valor de la memoria histórica. La visión de Patricia Font ante la historia real de Antoni Benaiges, un maestro de Tarragona durante los años previos a la Guerra Civil, es accesible y emocional, consiguiendo acercarse a un público mayoritario sin dificultad. La película estrenada el 10 de noviembre, aumentó considerablemente su recaudación en su segundo fin de semana y ha sabido mantenerse estable en su tercero.
Otro de los motivos es que, ante semejante aluvión de estrenos que llegan a los cines todas las semanas, la gente prefiere ir a lo seguro: a aquellas películas de las que les han hablado bien. Tanto ‘Te estoy amando locamente‘ como ‘El maestro que prometió el mar‘ son producciones enfocadas a un público muy diverso y muy amplio e historias que apelan directamente a las emociones del espectador, por lo que su recomendación es mucho más sencilla que la de otras cintas de autor que quizá sean más exigentes o controvertidas. La mayoría de espectadores ya no va al cine fiándose de la crítica profesional, sino que el poder de las redes sociales ha democratizado considerablemente las recomendaciones culturales. Es más probable que la story en Instagram de un amigo anunciando lo mucho que le ha gustado una obra vaya a tener más impacto que un texto periodístico que no resulta tan inmediato ni accesible para aquel que no esté al tanto de la novedades cinematográficas. Las dos películas que nos ocupan han estado (y siguen estando) muy presentes en las redes sociales.
Este año ‘Te estoy amando locamente‘ y ‘El maestro que prometió el mar‘ han sido dos auténticos sleepers, es decir, películas independientes que han logrado unos estupendos resultados en taquilla que a priori no se esperaban, pero no son los únicos casos recientes que encontramos en el cine español. En menor medida, ‘20.000 especies de abejas‘ de Estíbaliz Urresola Solaguren, la película más nominada a los Goya 2024, también ha sido un pequeño fenómeno independiente, aunque la cinta vasca contaba con el apoyo de un festival de clase A como la Berlinale y su estilo decididamente autoral no han hecho de ella un acontecimiento tan masivo como las otras dos. Un caso más similar a las dos películas que analizamos en este artículo data del año pasado, ‘Los renglones torcidos de Dios‘ de Oriol Paulo, que recaudó 5,5 millones de euros, convirtiéndose en una de las películas españolas más taquilleras de 2022. El thriller protagonizado por Bárbara Lennie llegó durante la Fiesta del Cine y conquistó al público con su intrigante trama.
Como adelantábamos más arriba, el cine independiente lo tiene difícil para competir con el despliegue comercial que supone una película de Marvel, Disney u cualquier otra major, pero a veces se obra el milagro juntándose una película con potencial con un público receptivo, y el resultado puede ser incluso más rentable que el de una superproducción.
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