Disney deberá pagar por usar sin licencia la tecnología de ‘La bella y la bestia’

Un jurado sentencia que Disney utilizó el software VFX llamado MOVA Contour de la empresa Rearden en la película 'La bella y la bestia' (2017). Sin embargo, sale ganando, ya que tendrá que pagar solo 600.000 dólares de indemnización a la compañía, pues el tribunal atribuye solo 350.000 dólares a las ganancias obtenidas gracias al uso de esta tecnología; Readen reclamaba más de 100 millones de dólares argumentando que el éxito en taquilla del film se debió principalmente a los efectos visuales que utilizó con su tecnología.
Imagen de 'La bella y la bestia'. Cortesía de RTVE.es

Un jurado de Oakland ha fallado en contra de Disney al afirmar que la compañía del ratón infringió la ley de propiedad intelectual cuando empleó tecnología protegida por derechos de autor para animar a los personajes generados por ordenador en el remake en acción real de La bella y la bestia (2017). En concreto, utilizó el software VFX llamado MOVA Contour de la empresa Rearden, el cual se ha utilizado en varias producciones de los principales estudios de Hollywood, aunque en este caso, Disney lo hizo sin consentimiento. Tal y como dictamina la sentencia, la cual ha difundido The Hollywood Reporter, la compañía afectada será indemnizada con 600.000 dólares, de los que 350.000 van destinados a recuperar las ganancias atribuidas al uso de esta tecnología.

Sin embargo, Disney respira tranquilo, ya que se enfrentaba a unas cantidades mucho mayores; Rearden reclamaba más de 100 millones de dólares por daños y perjuicios, argumentando que el éxito en taquilla del film se debió principalmente a los efectos visuales que utilizó con su tecnología. De esta forma, con el dictamen el jurado no ha dado la razón a Rearden al no considerar que la mayor parte de sus ganancias vienen de los efectos visuales de MOVA, pues tan solo atribuyen 350.000 dólares de los 255 millones que recaudó Disney con este título.

El litigio entre Readen y Disney no es algo nuevo, ya que cinco meses después del estreno en cines de La bella y la bestia, la compañía interpuso una demanda al gigante mediático por el uso indebido de sus tecnologías en las películas de los Guardianes de la Galaxia y en varias entregas de Los Vengadores, todas ellas bajo el sello de Marvel. En este caso, Disney se había asociado con la empresa DD3, y la cuestión era si esta compañía era la dueña de la tecnología usada en estos títulos. Aunque el reclamo aquí era principalmente a DD3, en el juicio se acusó a Disney por su responsabilidad indirecta; argumentaban que sabían que la empresa con la que se asociaron no había otorgado las licencias correspondientes para el uso de su tecnología, y eso no impidió que siguieran usándola y beneficiándose de ella.

Así pues, en 2017 el tribunal concluyó que Rearden era la empresa propietaria de MOVA. Esta sentencia fue el precedente para que Rearden comenzara su lucha contra los estudios que usaban su tecnología, como Disney. Sin embargo, en la sentencia de este caso, el juez desestimó las demandas por infracción de marca, pues consideró que Disney «no sabía, ni tenía razón para saber, de la presunta infracción de DD3 antes de que el tribunal dictaminara en 2017 que Rearden era propietaria de MOVA».

Aún así, la batalla judicial parece ir todavía para largo, ya que puede surgir otro juicio que afectaría, en ese caso, a las películas de Vengadores: Infinity War y a Vengadores: Endgame, estrenadas después de 2017, una vez Disney ya era conocedora de que estaba usando una tecnología que no le pertenecía.

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