Año 2000. El cine argentino convoca en España a 316 mil espectadores. Un año después, son seiscientos mil y en 2003 alcanzan el millón, un 0,7% de la taquilla él solo. Buenos Aires vive un momento de gloria liderando un renovado interés del público por las películas del otro lado del charco. En cuanto a números del continente las cifras no son abrumadoras en comparación con el total pero dan un soplo de vitalidad a los cines arthouse. El cine latinoamericano, o LATAM, en su conjunto, convoca a 369 mil, 1,2 millones y un millón de espectadores en ese principio de milenio. El boom tiene, como veremos, sobre todo acento porteño pero también mexicano y brasileño. Diez años después, sin embargo, en 2012, la situación es muy distinta. El cine argentino apenas convoca a 7 mil espectadores y el LATAM en general languidece. Y otra década después, el pasado 2023, la situación sigue siendo difícil para esas películas, con apenas 117 mil espectadores y 683 mil euros, un magro 0,15% y un 0,14% respectivamente del total. Desde 2011, cuando el “momento Darín” parece extinguirse, solo dos años (2018 y 2021) ha conseguido superar los 200 mil euros.
Volvamos a principios de siglo. El público y la crítica reconocieron el talento emergente de esas latitudes, sobre todo argentino, gracias a películas como Nueve Reinas (Fabián Bielnsky, 2000) con la que arrancó el boom, que tuvo 475 mil espectadores lanzando a Ricardo Darín. La racha siguió con El hijo de la novia (Juan José Campanella, 2001) con 7,2 millones de euros y 1,5 millones de espectadores, convirtiendo a Darín en una superestrella con la desaparecida Alta Films, de Enrique González Macho, haciendo caja detrás. Y hubo más películas que triunfaron al calor de la “moda argentina” como las comedias El mismo amor, la misma lluvia (1999, 600 mil espectadores) y No sos vos, soy yo (2005, 460 mil espectadores) o Tiempo de valientes (2005, 200 mil espectadores). Brilló también el cine mexicano con Y tú mama también (280 mil espectadores) y Amores perros (300 mil). Y destacan dos éxitos de cineastas brasileños como Ciudad de Dios (2002, 224 mil espectadores) y Diarios de motocicleta (Walter Salles, 2004), un biopic del Che Guevara, con 322 mil entradas hasta llegar a la oscarizada El secreto de sus ojos (Campanella, 2009) con 6,3 millones engrosados, un enorme éxito de nuevo con Darín que fue al mismo tiempo colofón de una era como su canto del cisne.
Estas producciones consiguieron conectar con la audiencia española por su accesibilidad narrativa, y por tratar temáticas profundas y humanas apelables a todo tipo de públicos. Eran, por lo general, las argentinas, películas urbanas, con personajes de clase media con estudios que representaban dilemas cotidianos Ciudad de Dios o Amores perros trataban temáticas sociales, pero de manera muy estilizada y cool. De lo poco que queda de entonces, a pesar de que el boom no solo ha desparecido si no que la situación es de declive, es que las películas argentinas siguen siendo las responsables de los pocos éxitos que aún depara esa cinematografía con títulos como el hit global Relatos salvajes (4,8 millones en 2014), El ciudadano ilustre (2016, 900 mil euros) o la reciente Argentina 1985 (2023, 900 mil euros). Como señala Dani Bajo, de Karma Films, “es la cinematografía latinoamericana con la que nos sentimos más identificados. Hay una conexión mayor por los temas que suelen tratar”.
CINE LATAM 2000-2023

Datos: ICAA
Cifras desalentadoras
Entre 2022 y 2023, el cine latinoamericano en España tuvo cifras dramáticas. Según los datos proporcionados por el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), la presencia del cine latinoamericano en el circuito comercial español cada vez es más pequeña. También su participación en secciones oficiales de festivales internacionales importantes ha disminuido, algo que también ha impactado en su visibilidad. En las últimas tres ediciones del Festival de Cannes, la única película latinoamericana en competir por la Palma de Oro ha sido la brasileña Motel Destino de Karim Aïnouz (que distribuirá Vértigo Films).
Según datos de Comscore, en 2022, las películas latinoamericanas alcanzaron una pobre cuota de mercado en recaudación, representando solamente un casi simbólico 0,3% de los espectadores totales (177 mil) y un 0,28% de la taquilla (un millón de euros). De las 36 películas de Latinoamérica estrenadas ese año, el 90% de la recaudación fue para Argentina, 1985, dirigida por Santiago Mitre y distribuida en España por A Contracorriente Films. Impulsada por el Festival de Venecia (donde ganó el premio FIPRESCI) y por la popularidad que aún mantiene “efecto Darín”, logró unos admirables 900 mil euros. Y en 2023, el panorama del cine LATAM en España tampoco fue alentador, ya que sufrió una disminución de la cuota de mercado respecto al año anterior, situándose en 0,14%. La recaudación total de los 36 títulos que se estrenaron fue de poco más de 683 mil euros y los espectadores apenas superaron los 117 mil. Una de las cintas más exitosas fue la colombiana Los reyes del mundo (BTeam Pictures), dirigida por Laura Mora Ortega, ganadora de la Concha de Oro en San Sebastián, logrando 69.768€ y 12.714 espectadores.
Finalmente, este 2024, se percibe una ligera recuperación, impulsada sobre todo por películas argentinas como Puán (La aventura, 302.881€) de Benjamín Naishtat; Cuando acecha la maldad (SelectaVisión, 293.048€) de Demián Rugna; o La extorsión (Acontracorriente, 118.425€) de Marino Zaidelis.
Como nota positiva de estos últimos quince años, se ha visto el creciente éxito del cine chileno. Gracias a directores como Pablo Larraín (El club, Neruda, El conde) y a películas celebradas como el documental nominado al Oscar La memoria infinita (BTeam, 59.189€) de Mati Alberdi o la premiada Los colonos, con cifras discretas pero ahondando en el prestigio del cine contemporáneo de ese país. De la misma manera, el cine colombiano también parece vivir un cierto auge con la mencionada Los reyes del mundo, El olvido que seremos de Fernando Trueba (estrenada en 2021 por BTeam y recaudando 800 mil euros) o Monos de Alejandro Llanes lanzada en pleno año pandémico (BTeam, 57 mil).

Puán
Los retos de distribuir cine latinoamericano en España
BTeam Pictures es una de las distribuidoras independientes que más ha apostado por el cine latinoamericano en los últimos años. En palabras de su co-fundador, Alex Lafuente, “el cine iberoamericano es una parte fundamental de nuestra empresa”. Para él, el motivo por el que las cifras son tan bajas se debe a que “la fortaleza reciente de los títulos nacionales en el público adulto, con muy buenos resultados en taquilla, deja poco espacio para películas iberoamericanas que pueden venir con menos elementos de venta o menos disponibilidad del talento en la promoción de sus películas en nuestro territorio”. Los retos a los que se enfrentan al distribuir estas películas son “la falta de elementos reconocibles sobre los que poder armar una campaña de promoción y comunicación”, ya que, “toda la campaña de estreno se vertebra sobre el prestigio y el previsible buen recorrido en premios y festivales que, junto con una recepción de la crítica favorable, pueda generar el interés del público adulto y urbano.”. La clave para lograr buenos resultados “es la fecha de estreno, encontrar un espacio en las salas en las que la competencia del resto de títulos no sea demasiado dura”.
Dani Bajo de Karma Films, otra de las distribuidoras independientes más importantes de España, cree que los pobres resultados del cine latinoamericano de autor se deben a que “ hablan de problemas sociales con los que no nos sentimos demasiado identificados. Nosotros vivimos en una realidad europea con problemas más europeos por lo que esas temáticas no generan mucho interés”. En cuanto al cine comercial considera que “son muy locales y rara vez funcionan fuera de Latinoamérica. Lo mismo pasa con las películas españolas comerciales allí”. Otro aspecto interesante que Bajo considera un hándicap para acercar estas películas al gran público es, paradójicamente, el idioma, ya que “hay dificultad para la gente de entender otros acentos y variantes, incluso necesitan subtítulos. La gente en España desgraciadamente está acostumbrada a ver películas dobladas, por lo que es un gran problema”.
En vista de estas complicaciones, la única película latinoamericana que Karma Films ha distribuido en los últimos años ha sido Blondi, de Dolores Fonzi, con la que lograron una discreta recaudación de 28.420€ (la anterior fue Los Perros de Marcela Said en 2018, cuyo desempeño en taquilla fue pobre, haciendo tan solo 13,956€ en total). Reconocen que esperaban más de Blondi, “es una película que puede trasladarse a España. Pensé que iba a traer a un mayor número de público. Además hay una gran comunidad argentina en España que conoce a los actores. Dolores Fonzi allí es una estrella, pero no supimos llegar a ese público”.
A pesar de que el cine latinoamericano no lo tiene fácil para encontrar su hueco en el mercado español, existen puentes permanentes con productores, distribuidores y vendedores de películas en Latinoamérica. Lafuente comenta que para BTeam “el Festival de San Sebastián es fundamental para ir identificando los que serán los proyectos destacados del siguiente año; en ese sentido, el foro de coproducción y el WIP juegan un papel esencial. Ventana Sur es menos relevante para nosotros, aunque reconocemos la imprescindible labor que hace de puente entre España y Latinoamérica. En nuestro caso en particular, las relaciones consolidadas con los importantes productores iberoamericanos es el principal camino para mantener nuestro objetivo de ser el distribuidor de referencia de cine iberoamericano en España.” Por otro lado, Bajo asegura que dichos festivales y mercados “hacen una labor importantísima, solo falta conseguir llegar a un público mayor”.
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