Del desierto de la primavera al atracón del otoño

El cine nacional ha mejorado este 2024 su cuota de mercado hasta el 18% y su recaudación un 13%. Además, vive un boom de prestigio pero tiene un problema de calendario. A los cines arthouse les falta producto varios meses mientras que después de San Sebastián lo que les faltan son salas para tantos estrenos. Hablamos con A Contracorriente, Elástica y BTeam por una parte y cines Embajadores y SADE por la otra para abordar una cuestión crucial. Potenciar Málaga y ¿retrasar los Goya a verano? posibles soluciones
La habitación de al lado se estrenó el 18 de octubre tras ganar el León de Oro en Venecia

Viernes 27 de septiembre. Queda un día para que el Festival de San Sebastián entregue sus premios pero ya llegan a los cines dos películas estrellas del certamen: La virgen roja (1,2 millones), de Paula Ortiz y Soy Nevenka (1,3 millones), de Icíar Bollaín. Dos cineastas muy apreciadas con películas que cuentan historias reales y muy potentes que despiertan un indiscutible interés mediático y del público.  

El 4 de octubre, le toca el turno a Los destellos (500 mil), de Pilar Palomero, otra joya de la sección oficial donostiarra, con un target idéntico a las anteriores. Una semana después, La infiltrada, de Arantxa Echevarría, sin festival, que en el momento de editar este reportaje a mediados noviembre ya lleva 6,2 millones de euros en cinco semanas y se convierte en la gran campeona. El 18 de octubre, desembarca Almodóvar con su León de Oro en Venecia, La habitación de al lado (2,1 millones). Y en el mismo mes, aún se estrenan tres títulos más autorales de alto perfil que no dan buenos resultados en su primera semana como el drama autobiográfico Rita (25 mil euros), debut como directora de Paz Vega, Salve María (12 mil euros), premiada en Seminci y El llanto (109 mil euros), también de San Sebastián, un filme de terror con marcada personalidad. Muchas de estas películas han sido dirigidas por mujeres y todas están protagonizadas por ellas, un logro indiscutible del cine nacional moderno.  

Los destellos, una joya de San Sebastián

La taquilla ha premiado tal derroche con 11,17 millones de euros en octubre, su segundo mejor mes del año. Pero vayamos ahora a junio de este mismo 2024, cuando la recaudación de cine nacional tocó fondo arañando unos escasos 837 mil euros. En 2022 y 2023, el primer mes del verano fue más benigno pero no mucho con apenas 3,1 millones el año pasado y 1,9 hace dos. No es hasta el 28 de junio cuando se estrena la única película de todo el mes que busca un target parecido al de los ocho lanzamientos de octubre: Casa en flames, que como todo el mundo sabe se convierte en un boom y recauda 3 millones de euros. Acto seguido, en julio, llega Santiago Segura con sus comedias familiares repartiendo alegría en la taquilla julio y agosto pero los arthouse siguen secos de contenido adulto aunque también se benefician del éxito del “padre” más taquillero de España.

La infiltrada, la gran triunfadora

Dice Fernando Lobo, responsable de programación de los Embajadores en Madrid y Oviedo: “Todos los años es lo mismo, nadie quiere estrenar desde Semana Santa a octubre o solo llegan comedias. Luego, después de San Sebastián no sabes cómo meterlas todas. Tienes que quitar películas o darle menos sesiones a títulos que te están funcionando para poder estrenar las nuevas con el consiguiente enfado de la distribuidora. Un caso práctico es Rita, una película que ha gustado a la crítica y al público, que viene avalada por un nombre célebre como Paz Vega y que en otra época del año sin tanta competencia le hubiera ido mucho mejor. Es una locura y desde aquí lanzo el mensaje a los distribuidores independientes que estrenen en primavera y en verano porque hay un público muy interesado en el cine español de calidad que no desaparece esos meses pero tiene muy pocas opciones”.  

El peso de San Sebastián 

Parte del asunto tiene que ver con que todo el mundo quiere estar en el Festival de San Sebastián, que genera un importantísimo foco mediático. En una entrevista con Box Office el mes pasado, el propio director, José Luis Rebordinos señalaba que “nosotros no podemos asumir toda la producción y además no es bueno porque no se pueden estrenar 20 películas españolas en otoño al salir de aquí”. Apuesta Rebordinos porque el Festival de Málaga se complemente con el vasco y marcar dos momentos trascendentales (primavera y otoño) en el calendario. Pero no es tan fácil porque al Festival de San Sebastián se le une como motivación para esperar al último trimestre para estrenar la cercanía de los Goya, que en España se entregan antes que en Los Angeles (este año el 10 de febrero contra el 10 de marzo de los Oscar) y cuyas nominaciones se anuncian a finales de noviembre aumentando la presión. 

Casa en flames, gran sorpresa del año

En “el otro lado”, Enrique Costa, copresidente de ADICINE, la asociación de distribuidores independientes y co-fundador de Elastica, señala: “Este tipo de situaciones que vivimos con el atasco de estrenos en otoño pasa desde que estoy en el sector y llevo más de veinte años. Parte del problema es que Cannes no nos hace tanto caso como nos gustaría y eso nos obliga a depender demasiado de San Sebastián y Valladolid. Buscas la manera de tener la máxima visibilidad y allí la consigues además de que te posicionas mejor para los premios. Influye mucho también la gente va más al cine en otoño e invierno que en los meses más cálidos cuando compites con otras actividades de ocio y las salas se aprovechan mejor. Y muchas veces no solo es cosa de los distribuidores o el productor, el talento también quiere estar en San Sebastián o en Seminci. De todos modos, creo que Málaga en abril está cumpliendo muy bien su papel y ahí están películas como Cinco lobitos (900 mil) o Segundo premio (326 mil) que ganaron allí y luego tuvieron buenas trayectorias en taquilla”. 

¿Tiene el cine español la fiebre de la “festivalitis”? Fernando Lobo, de Embajadores, pone en duda que participar en San Sebastián marque una diferencia tan grande: “Lo mejor que le ha podido pasar a El 47 es que no la cogiera ningún festival”, sentencia. La película de A Contracorriente llegó a los cines el 6 de septiembre, dos semanas antes de Donosti, y a principios de noviembre aún se mantenía en cartel con unos estupendos 2,8 millones de taquilla. “Principios de septiembre es un momento fantástico para estrenar y esta película demuestra que si la película tiene calidad, una historia interesante y buenos actores, no necesita ir a San Sebastián. Tampoco ha ido La infiltrada y está haciendo un dineral. A las pruebas me remito”.  

Soy Nevenka, de Icíar Bollaín

Desde la propia Donosti, Iñaki Elorza, director de SADE cines, con tres complejos dedicados sobre todo al cine independiente en la ciudad, señala: “Hemos tenido grandes éxitos con películas españolas que han salido del Festival y cuando funcionan parece que es gracias a que hayan estado en su sección oficial. Pero también hay otras que no despiertan ningún interés, al final triunfan las más potentes y muchas quedan olvidadas. Se estrenan a finales de septiembre y principios de octubre tantos títulos seguidos para el mismo target que es difícil sacar cabeza. Los distribuidores están demasiado obsesionados con el festival cuando algunas de esas películas si se estrenaran en marzo estoy seguro de que funcionarían mejor. Salve María, por ejemplo, no ha ido a verla nadie porque incluso los más cinéfilos no dan abasto”.  

Lara Camiña, cofundadora de BTeam y co-presidenta de ADICINE pone un matiz: “No es obligatorio pasar por Donosti para triunfar pero al cine español es evidente que le viene muy bien estar allí. Es tan sencillo como que los propios periodistas hablan mucho más de las películas cuando están en su sección oficial. Además, de cara a las nominaciones, es lógico que los académicos tengan más en cuenta estrenos recientes que más lejanos en el tiempo. En otoño tienes más competencia, pero también muchos elementos que te ayudan a dar visibilidad. Luego además en invierno te enfrentas a las nominadas al Oscar y la cosa se pone dura. Se puede mejorar por supuesto pero no está tan mal repartido. El Festival de Málaga es muy importante. Algunas de nuestras películas más exitosas como Cinco lobitos o Segundo premio las hemos estrenado en primavera después de triunfar allí”.  

Fuente: Comscore

Adolfo Blanco, CEO de A Contracorriente, por su parte, señala: “Siempre ha habido películas más de prestigio en otoño, que es temporada alta, no solo en el cine nacional. Eso provoca una poco deseable acumulación de estrenos con algunos damnificados como acabamos de ver con Escape de Rodrigo Cortés. A nosotros nos pasó con Girasoles silvestres (2022)”. Blanco ha vivido este año el triunfo de dos títulos nacionales como La casa (estrenada en mayo después de pasar por Málaga, 600 mil) y El 47, que si quiso estrenar en San Sebastián pero no pudo porque no fue seleccionada. “Como siempre, te acaban avisando demasiado tarde”, protesta. Con la perspectiva del tiempo, reflexiona: “A nadie la amarga un dulce y San Sebastián hubiera ayudado a que la película tuviera mejor recorrido internacional, pero al final la fecha ha acabado siendo un gran acierto porque hemos podido destacar. Está claro que hay huecos en el calendario que los distribuidores podemos aprovechar mejor”. Y añade poético: “Un océano de oportunidades sin barquito”.  

 La fecha de los Goya 

“El cine español tiene muchísima importancia en nuestra programación, tanto el de más prestigio de festivales como las comedias familiares en verano”, dice Iñaki Elorza de SADE cines. Y si Elorza no tiene tan claro que San Sebastián sea la panacea para la taquilla, observa que hay tres elementos que sí marcan mucho la suerte de las películas nacionales. “El boca-oreja es muy importante”, señala, “detectamos que incluso en personas que en principio pueden ser reacias a ver películas españolas se fían mucho si se la recomiendan sus familiares o amigos”. En segundo lugar, destaca la fuerza del producto local con ejemplos como 20.000 especies de abejas, Irati o menos recientes como Handia o Loreak, muy enraizadas en el territorio vasco, con los que llenaron las salas durante semanas. Finalmente, impacta mucho la suerte de las películas en los Goya. “Por lo general las tres o cuatro películas con más nominaciones suelen tener un recorrido más largo y nos dan buenos resultados”, comenta, y añade: “No creo que las películas españolas deban temer en absoluto competir contra las nominadas al Oscar en enero y febrero, aguantan perfectamente”.  

Fuente: ICAA

Adolfo Blanco se muestra revolucionario. “La fecha de los Goya no es buena idea porque nos obliga a todos a ese apelotonamiento de estrenos de final de año. Y luego en seguida te salen las nominaciones a los Oscar y no tiene sentido competir contra ellos. Para colmo, es de chulos celebrar la gala en febrero al mismo tiempo que el Festival de Berlín. Al final los premios se acaban volviendo contra la propia industria y es letal”. Como solución, propone trasladarlos a la primera o el verano para potenciar esas fechas “valle” de estrenos de prestigio en primavera, racionalizando el calendario. “¿Por qué las películas nominadas tienen que ser de años naturales?”, se interroga.  

La buena noticia es que el cine español está viviendo un momento dulce, tanto en reconocimiento como en resultados. Con un 18% de cuota de mercado en los primeros diez meses del año, mejor que en 2023 y un 13% por encima en taquilla, Lara Camiña, de BTeam, asegura que “después de la pandemia, cuando hubo menos películas americanas, conseguimos tener más hueco y conquistar a nuevos espectadores. Estamos en un momento de gran interés por las películas españolas de calidad con un público muy fiel”.  

Fuente: ICAA

Tras su éxito en Venecia, BTeam acaba de estrenar Marco con buenos resultados, la historia real del hombre que llegó a ser portavoz de las víctimas españolas de campos de concentración nazis sin haberlos pisado, con Eduard Fernández como protagonista. Lara Camiña explica que notan un interés muy acusado “por historias basadas en hechos reales”. Enrique Costa, de Elastica, por su parte, pone el acento en el progresivo “reconocimiento internacional”. Fernando Lobo, de los Embajadores, es incluso más entusiasta: “Octubre de 2024 ha sido el mejor mes en la historia de los Embajadores de Madrid gracias a las excelentes películas nacionales que hemos tenido. Sin duda, hay un boom del cine español”. El siguiente reto sería aprovecharlo mejor.

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